El cambio de DNS puede demorar en hacerse efectivo por varias razones:

1. Tiempo de Vida (TTL): Cada registro DNS tiene un valor TTL, que indica cuánto tiempo se debe almacenar en caché. Si el TTL es alto, los servidores y navegadores seguirán usando la información antigua hasta que expire.
2. Caché de DNS: Los servidores DNS intermedios y los dispositivos (como tu computadora o router) guardan la información en caché. Esto significa que pueden seguir usando datos antiguos incluso después de hacer cambios.
3. Propagación global: Los cambios deben replicarse en todos los servidores DNS en el mundo. Algunos pueden actualizarse más rápido que otros, lo que provoca inconsistencias temporales.
4. Configuraciones del proveedor: Algunos proveedores de servicios de Internet pueden tener configuraciones o políticas que afectan la rapidez con que se actualizan los registros.

Por estas razones, es normal que los cambios en los registros DNS tarden un tiempo en reflejarse en todas partes.